SAO PAULO (Reuters) - Banqueros y abogados esperan que la cartera de
grandes negocios de Brasil se reduzca en los próximos meses ya que los
compradores financieros y estratégicos evitan tomar riesgos debido a la
volatilidad del mercado durante la campaña presidencial y las dudas
sobre la recuperación de la economía.
El total de acuerdos en el
primer semestre del año cayó un 26 por ciento comparado con igual
período del 2017, a 26.300 millones de dólares, según datos de Thomson
Reuters.
Cuando faltan menos de tres meses para los comicios de
octubre la carrera presidencial aún está muy abierta, ya que hay un
tercio o más de los votantes indecisos.
Los candidatos que
encabezan las encuestas han sido vagos respecto de sus propuestas
económicas, lo que aumenta la preocupación sobre si el próximo Gobierno
avanzará con las reformas económicas propuestas por el impopular
presidente Michel Temer.
Excluyendo
el mayor acuerdo del 2017 -la conversión de 21.000 millones de dólares
en papeles de la minera Vale SA a una sola clase de acciones- la
actividad de fusiones y adquisiciones creció un 84 por ciento en el
período comparado con un año atrás.
“La volatilidad del mercado
durante gran parte del primer semestre no fue tan alta como ahora, por
lo que no tuvo gran impacto sobre e nivel de actividad”, dijo Alessandro
Zema, jefe de banca de inversión de Morgan Stanley en Brasil.
Las
mayores transacciones del 2018 hasta el momento han estado lideradas
por una consolidación industrial en busca de ahorro de costos, agregó
Zema. Citó la adquisición de la fabricante de celulosa Fibria Celulose
SA por la rival Suzano Papel Celulose e Papel SA y la fusión de la
compañía educativa Somos Educação SA con la rival Kroton Educacional SA.
Los acuerdos transfronterizos también han llevado a compañías
brasileñas a expandirse hacia países vecinos para evitar controles
antimonopolio más severos a nivel local, donde el regulador Cade bloqueó
recientemente acuerdos en las áreas de educación y petróleo y gas.