FARNBOROUGH, Inglaterra (Reuters) - El gobernador del Banco de
Inglaterra (BoE), Mark Carney, dijo el martes que la falta de un acuerdo
sobre el Brexit tendría “grandes” consecuencias económicas, llevaría a
una revisión de las tasas de interés y dejaría a muchos banqueros
ociosos.
Reino
Unido y la Unión Europea (UE) negociaron un acuerdo de la transición
que mantendría a los británicos como miembros del bloque sin derecho a
voto desde el día después en que se concrete el Brexit en marzo del año
que viene hasta fin del 2020.
Pero ese acuerdo no ha sido
ratificado aún, lo que implica que el Reino Unido podría colapsar y
depender de los términos comerciales de la Organización Mundial del
Comercio (OMC), los cuales, según Carney, perjudicarían al país.
“Nuestro
trabajo es asegurar que estemos lo mejor preparados posible”, dijo
Carney a legisladores en una audiencia parlamentaria realizada en el
marco de la exhibición de la industria automotriz en Farnborough, sur de
Inglaterra.
El
colapso generaría que el comité de política monetaria del BoE reevalúe
el panorama económico y las tasas de interés. “Sería un evento concreto.
Sin embargo, no prejuzgaría en qué dirección”, señaló Carney.
“Hablando
precisamente de los servicios financieros, en el caso de un escenario
sin acuerdo (...) habría grandes consecuencias económicas. Podríamos
tener muchos banqueros ociosos ya que no hay mucha demanda de sus
servicios”, agregó.
Los prestamistas, las aseguradoras y los
administradores de activos en Gran Bretaña están yendo a lo seguro y
abriendo nuevos centros en la UE para marzo con el fin de mantener los
vínculos con los clientes allí, independientemente de si se garantiza un
acuerdo de transición.
Pero les preocupa que sin un acuerdo de
transición, los contratos transfronterizos existentes, como los
derivados y las pólizas de seguro, se vean interrumpidos, dejando a los
consumidores incapacitados para hacer reclamos o a las compañías sin
cobertura contra movimientos adversos en monedas o costos de préstamos.
Reino
Unido ha dicho que legislará para garantizar la “continuidad” en los
contratos y que la UE debe corresponder, pero el bloque dice que le
corresponde a los bancos y no a las autoridades públicas prepararse.
“Sí,
nos preocupa que la UE aún no haya indicado su solución. El sector
privado no puede resolver estos temas”, dijo Carney. “Esto se trata
fundamentalmente de asumir la responsabilidad de proteger el sistema
financiero (...) Es un consuelo frío, pero será peor en Europa de lo que
es aquí”.